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Cómo puedes encontrar un propósito de vida a los 40. (Y a los 50. Y a los 20.)

    El propósito es algo que ahora escuchamos mucho, dicen de moda, yo diría de necesidad social.

    Cuando no lo tenemos identificado, no nos sentimos bien, necesitamos conectar con nuestro propósito para nuestro desarrollo personal, para nuestro bienestar físico, mental, emocional y energético (o espiritual).

    El propósito vital va más allá que nuestro desarrollo y éxito profesional, más que nuestra vocación.

    Impacta directamente en nuestra salud mental y emocional, en nuestro bienestar integral y satisfacción de vida.

    Para mi, tras 11 años de investigación de ser humano, de autoconocimiento, desarrollo y potencial humano.

    Entendí que el propósito es algo que va más allá de lo que estamos habituados a escuchar o leer, es una fórmula compuesta de la motivación, pasión, nuestras fortalezas, nuestro don, valores de vida, nuestra misión de ser y estar en la vida.

    Inicie una investigación sobre la relación del propósito y la motivación, ya que el propósito despierta los detonantes neurológicos de la motivación, pero antes de seguir expliquemos que es la motivación, es el impulso que nos da el cerebro para dedicar todos nuestros recursos en acabar esa tarea que tenemos por delante, desde diferentes motores de partida.

    La neurociencia nos enseña que hay 3 motivantes en la motivación:

    • El miedo. Por ejemplo: “El miedo nos puede llevar a estudiar hasta tarde para aprobar”.
    • El placer, la recompensa. Por ejemplo: “Nos puede llevar a realizar horas extras por un buen ascenso, por una recompensa”. 

    Utilizar el placer de la recompensa o el miedo para activar la motivación nuestra o de los demás “funciona”, sí, pero a corto plazo, a largo plazo, es muy muy negativo.

    El cerebro está adaptado biológicamente a la tolerancia y adaptación, si le damos esas fuentes de “alimentación” a la motivación, el miedo y la búsqueda de recompensa, cada vez necesitaremos más amenazas y más recompensas, más grandes para motivarnos.

    A medida que vamos cumpliendo los años, necesitamos más miedo y más recompensa, para recobrar la motivación. Vas viendo el camino que nos lleva todo esto, ¿verdad?

    Muchas personas viven con una sensación de vacío interno. Tienen sus trabajos y sus familias, pero se sienten incompletos.

    Les falta su energía vital. Sus vidas se han convertido en una rutina y no tienen muy claro hacia dónde van ni cuál es su verdadero objetivo.

    Las ganas de dejar huella, de comernos el mundo y las ganas de cambiar al mundo, las vamos perdiendo, perdemos la ilusión, la motivación de vida.

    Bien, volvemos a lo que la neurociencia, una de sus enseñanzas, nos enseña, las fuentes de la motivación. 

    La 3º fuente de motivación es el propósito vital.

    Es lo que hace que nuestro cerebro detone la motivación continuada en el tiempo, mejorando nuestro bienestar físico, mental, emocional y energético, es decir, nuestro bienestar integrativo.

    Lo primero que podemos hacer para saber cuál es nuestro propósito es identificar qué es lo que nos apasiona.

    Si estamos en modo supervivencia, alimentando la falsa motivación desde el miedo y castigo, nos encontraremos con problemas de salud, mental, emocional y físico al vivirnos en modo supervivencia, estrés, alerta.

    Lo que necesitamos para marcar una diferencia en nuestra vida, es el acceso a nuestro potencial humano, a nuestra capacidad más elevada, sólo accedemos a ella en nuestra conexión verdadera de nuestra esencia.

    Por eso la motivación que detona el propósito, alimenta nuestro bienestar físico, mental, emocional y espiritual, y todo lo que nos hace bien, esa explosión en nuestro cerebro de bienestar supremo, lo queremos en nuestras vidas, por ello el cambio que produzca conectar con tu propósito, un cambio de vida,de trabajo, será para tu bienestar supremo.  

    Entonces, ¿Cuál es el propósito vital? pongamos claridad a esta palabra tan usada.

    El propósito, en esencia, es esa fuerza interna para mejorar la realidad de las personas que nos rodean desde nuestra capacidad más elevada, desde nuestro potencial humano.

    Es esa intención o motivación que impulsa a una persona a realizar o dejar de realizar una acción para alcanzar un estado de bienestar supremo, y está relacionado con nuestro potencial humano, con nuestra esencia, fortaleciendo nuestra voluntad, nuestro crecimiento y evolución personal y profesional. 

    Para mí es la conexión con nuestra esencia, poniéndonos al servicio a los demás. 

    Todos tenemos un “para qué”, “un sentido de vida”, como nos habla la logoterapia desde Viktor Frankl o  como dice la cultura japonesa desde el Ikigai, todos tenemos “una razón de ser”. El propósito innato nace desde ahí. 

    Es cuestión de actitud a tu servicio.

    Es desde otra actitud, desde otro lugar que actuo, desde otra motivación y energía diferente, y es ahí donde generamos el valor diferencial al mundo. 

    Resumiendo, el propósito vital es:​​

    • Determinación firme de hacer algo.
    • Objetivo que se pretende alcanzar.
    • El intento, la intención, el objetivo, el motivo, la causa, la acción…
    • Aquello que da sentido a tu vida, tu para qué, tu misión en la vida
    • Aquello que te hace vibrar en la vida, aquello que te mueve.
    • Aquello que da sentido a tu vida, y que sirve para unir todas las áreas y facetas de la misma.
    • Es el para qué haces las cosas. 
    • Es la huella que quieres dejar en el mundo, aquello que te gustaría que la gente recordará de ti.
    • Es el combustible que hace que te muevas, que te motiva para conseguir un objetivo (y no otro), y que persigues para llegar a alcan

    Tu propósito es la alineación de tu motivación y pasión, con tus fortalezas, con tu don, con tu razón de ser (Ikigai), con tu misión de vida.

    Es tu oportunidad de servir a los demás alineado a tu esencia, desde la vida / proyecto que deseas. poniéndote al servicio de los demás para mejorar su realidad, desde la motivación que te mueve.

    Y en nuestro camino de vida, si no hemos conectado antes con nuestro propósito vital, llega el momento donde nos planteamos cuál es nuestra misión de vida, que es lo que podemos aportar al mundo, que es lo que nos motiva e ilusiona en la vida.

    Cuando conectamos con nuestro propósito podemos poner el foco en lo que podemos dar a los demás, no lo que ellos pueden darnos a nosotros.

    Y esto, biológicamente, nuestro cerebro nos premia, todas las cosas que son buenas para nosotros y para la humanidad, la satisfacción de ayudar, nos premia con un cóctel explosivo de hormonas de felicidad. Compartir, ayudar, agradecer… son acciones que tienen un mayor impacto en nuestra química cerebral. 

    Nuestro cerebro premia las cosas buenas, el placer de ayudar a los demás.

    La satisfacción por ayudar a los demás, la bioquímica de nuestro cerebro, nos aporta extra de motivación y explosión de felicidad. 

    Y cuando llega la crisis existencial.

    En la nueva era, la sociedad impulsa el tener un propósito de vida y ser coherente a nivel personal y personal.

    Pero la realidad, es que no tenemos esa educación, herramientas y autoconocimiento.

    Algunas veces ya no sabes ni quién eres. Y de repente, llega un día vives un “impacto” o adversidad de vida, yo lo llamo los revolcones de vida, donde te “mueven” del lugar en el que estabas, te muestran una realidad, un aprendizaje, y te llevan a mirarte en tu interior, y sacas la cabeza…y miras a tu alrededor, y ¿a mí? ¿Qué me gustaba hacer? ¿Qué me gusta hacer ahora? ¿Qué es lo que quiero en mi vida?

    Y ahí es cuando nos obsesionamos con el propósito de vida. ¡¡Dios, tengo 30 años/tengo 40/años y no sé qué hacer con mi vida!! ¡¡Estoy desperdiciando mi vida!! ¡¡Qué horror!! ¡¡Me siento vacía y perdida!!”

    En las consultas que realizo, siempre invito a la persona, que en ese momento se diga: 

    ¡Stop mente!. Todo tiene un “para qué”, veamos que me está diciendo este sentir. (¿Recuerdas? todo tiene un “para qué”, un sentido de ser).

    La esencia biológica del ser humano nos impulsa  a vivirnos en nuestra razón de ser, al servicio de nuestro “para qué”, desde nuestro propósito vital, desde nuestra motivación de vida. (El meneo o revolcón de vida, te muestra algo).

    Nuestro cerebro biológicamente busca la recompensa, el placer, en un tiempo prolongado, estable y sano, por ello realmente lo que busca es la motivación de vida. 

    Nuestra búsqueda de bienestar integral, salud mental y emocional saludable, nos impulsa a vivirnos en nuestro propósito de vida.

    Por ello cuando llegamos a este punto de nuestra vida, la crisis existencial, ya sea a los 40, a los 20 o 50 años, (yo no lo enfoco desde la edad), si no desde un llamado vital a vivirte en tu servicio al mundo.

    En ese llamado vital, nos adentramos en el mundo de la autorreflexión, autoescucha, autoconocimiento… desde nuestro desarrollo y crecimiento personal. Y nos invaden preguntas como…

    • ¿Quién soy?
    • ¿Que me gusta, que me motiva y apasiona?
    • ¿Para qué sirvo?
    • ¿Cuál es mi propósito?
    • ¿Cuáles son mis talentos?
    • ¿Qué quiero hacer en mi vida?
    • ¿Cuáles son mis fortalezas?
    • ¿Qué problema puedo resolver yo en la sociedad?

    Hay que recordar que la motivación es lo que nos impulsa a encontrar y cumplir nuestro propósito. La motivación y la pasión nos ayuda a definir lo que nos encanta y lo que nos duele.

    Puede ser que lo que nos mueve es el dolor y el dolor es el cambio.

    Desde lo que padecemos, (recordemos que la palabra  pasión, viene del padecer), y nuestra historia, lo que haya padecido, tiene un “para qué”. 

    Ej: Una persona que sufrió el abandono de sus padres en su educación y desarrollo, puede despertar en la persona la pasión / propósito por aportar, ayudar en la educación y desarrollo de los niños. 

    También nos ayudará a encontrar nuestro propósito en esencia, desde el deseo ferviente, desde lo que nos encanta, emociona, fascina. El sentir, la emoción, el corazón, nos guía en nuestro camino de vida.

    Como dato de interés, comentar que la bioneuroemoción nos enseña a que el propósito, la pasión, está ligado a lo que nos mueve, queremos y podemos padecer, es lo que diríamos estoy dispuesto a “sufrir para lograrlo”.

    Adentrándonos en nuestro mundo interior, averiguando nuestra verdadera identidad, nuestra verdadera esencia, podremos dar respuestas a estas inquietudes internas.

    Requiere valentía, dejar a un lado la exigencia individual y social que frenan tu desarrollo personal. Es un proceso que requiere de salto de fe, de valentía, en este artículo de nuestro blog de Natur-evolution hablo sobre el salto de fe.

    Paso a paso iniciamos el camino bajo las circunstancias que podamos.

    Cuando vivimos una crisis existencial. Es un llamado de la vida a volver al corazón, al sentir, que nos guía en nuestro camino. 

    Dado por hecho que nunca afrontamos nada que no seamos capaces de responder, podemos afirmar que no es el cerebro el lugar desde donde tomar las decisiones acertadas, si no desde el corazón,  el cual es el primer cerebro para algunos.

    ¿Cómo saber elegir lo que amamos?. Pregúntate: ¿Qué te gusta hacer y donde el tiempo se te pasa sin darte cuenta?. El corazón lo sabrá enseguida.

    Él te dirá donde está tu lugar en el mundo.

    La pasión, los sueños y la motivación, son la semilla del cambio.

    Elige el camino del corazón.

    Para una vida en excelencia, hacerlo con sentido, conectado a tu esencia y tu propósito, es clave.

    Nuestra esencia es aquello que nos define.

    Nuestra pasión, habilidades, creencias, valores, fortalezas, propósito, todo ello es parte de nuestra identidad, por ello es muy importante conectar con nuestra esencia para nuestro máximo esplendor de nuestro potencial humano.

    Para mi el autoconocimiento y el desarrollo personal y de mi potencial, fue clave para conectar con mi propósito vital, como mi brújula interna.

    Todos venimos con una misión a realizar al mundo.

    Es un camino que requiere actitud, valentía, apertura de corazón, para el cambio.

    Un camino de constante revisión y evolución. Cada ciertos ciclos el ser humano busca su propia evolución, reinvención, desde el Ikigai, la razón de ser, Ken Robinson, te muestra tu brújula de vida, desde estas 4 condiciones:

    1. Lo que amas y te apasiona
    2. En lo que eres bueno
    3. Lo que el mundo realmente necesita
    4. Lo que te pueden pagar por ello

    Según Ken, la clave para identificar tu elemento está en aquello que te apasiona y en lo que tienes una aptitud natural. Es normal no haberlo encontrado aún, y es porque tenemos una concepción muy limitada de nuestras capacidades naturales. Tenemos que explorarlas y hacer un buen uso de ellas potenciando nuestro crecimiento personal. 

    La misión del ser humano es vivir con propósito, desde su potencial humano, aportando valor al mundo. Viviendo en plenitud a la vida.

    Hemos nacido para iluminar, guiar y aportar valor. 

    He preparado un cuaderno de actividades, con ejercicios prácticos de conexión al propósito vital, ya que mi propósito vital es acompañar a las personas en su propósito y potencial humano, aportando guía, terapia, asesoramiento y herramientas.

    Para que puedas descargarlo, completarlo, con este artículo como guía para la conexión con tu propósito vital.

    Recuerda, lo que a ti te mueve, te mueve por algo. 

    Servir y ser útil para los demás, es la mayor medicina para el ser humano, la vida te lo devuelve, hace de eco y te recompensa bioquímicamente con extra de motivación, satisfacción, explosión de hormonas de felicidad 

    Todo ser humano tiene un potencial.

    Todo ser humano tiene una grandeza encerrada.

    Desde En-Essencia y IEN nos hemos unido para ofrecer una experiencia desde un método diferenciador y transformador. A través del método En-Essencia hemos diseñado un congreso online dedicado a la mente, la emoción, la energía y la espiritualidad desde el autoconocimiento de nuestra verdadera identidad, esencia. Para la salud mental, salud emocional y el bienestar integrativo.

    Y hemos organizado un evento online internacional, donde tendremos a 13 grandes referentes del desarrollo personal, entre ellos Germán Jurado, experto en Mindfulness, Ana Asensio, doctora en neurociencia, o Graciel del Campo Vara, terapeuta holística,  ofreciéndonos 11 ponencias y experiencias, para hablar de salud emocional, mental y bienestar integral.

    En mi ponencia Identidad y sentido de vida, trabajaremos nuestra identidad, potencial humano y propósito,  que nos marca nuestro sentido de vida, el quién soy y quién quiero ser.  

    Porque cuando en cualquier etapa de nuestra vida, ya sea  los 40, a los 30 o a los 50, pueden surgir preguntas cómo ¿Y ahora qué? ¿Quién soy y quién quiero ser?, como ya hemos visto, y entonces nos adentramos en un proceso de autoconocimiento, desarrollo, crecimiento y transformación personal, que con un buen método de acompañamiento en el potencial humano, conectaremos con nuestro propósito vital y con el bienestar integral de nuestra salud mental y emocional. 

    Por ello este congreso online nos ofrece un recorrido en el camino del autoconocimiento, desarrollo personal y potencial humano, una ruta selecta por diferentes territorios humanistas para acompañar a la persona a conectar con su esencia y su propósito vital.

    Si quieres conectar más profundamente con tu verdadera identidad, de quién eres y quién quieres ser, comprender lo que sientes, piensas, crees y creas, te invito a que reserves una sesión de terapia de desarrollo humano conmigo, puedes hacerlo aquí.

    Te acompaño.

    P.

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